Cápsulas del tiempo que se sienten
El vídeo de bodas tiene una magia única: es la forma de revivir no solo cómo fue vuestro día, sino también cómo sonaba, se movía y se sentía. Las palabras de vuestros votos, el temblor en la voz durante el “sí, quiero”, la risa de vuestros amigos… Todo eso cobra vida en un vídeo que os permitirá viajar de nuevo a vuestra boda tantas veces como queráis.
Para mí, grabar un vídeo de boda es crear una cápsula del tiempo. No se trata solo de registrar imágenes en movimiento, sino de capturar la atmósfera, la energía y las emociones tal y como sucedieron. Con un estilo natural y cercano, busco contar vuestra historia de manera cinematográfica, pero siempre fiel a vosotros.
El resultado es una película que no solo veréis, sino que sentiréis. Un recuerdo vivo que cada vez que lo reproduzcáis os hará volver a latir con la misma intensidad que aquel día irrepetible.






